Cuando era niña, pasaba parte de mis vacaciones con mi abuela. Ella siempre tenía la radio encendida con los titulares del mundo y las noticias; oía sin entender los acontecimientos del Palacio de Justicia, la tragedia de Armero y los líos con el Ayatola Jomeini en Irán, .. esa escena en la mesa de la cocina, desayunando con café lechudo y pan con queso mientras escuchaba al fondo, siempre, las noticias; me motivan a escribirte este pequeño programa radial con la información del mundo actual, como la deberíamos escuchar:
Bienvenidas una vez más a su canal de noticias preferido: Radio ASP. En esta emisión, como es costumbre, les traemos los titulares del mundo en la Biblia. Por favor, aquellas que están en Cristo, tomen asiento y alégrense en Su Salvador.
Yo soy Juliana Arias, comenzamos.
Iniciamos nuestras noticias con: “Aunque la higuera no florezca…”
La tensión en el Medio Oriente se ha intensificado durante el último año. Israel cuenta actualmente con siete frentes de guerra: mientras le responde a Irán por su último ataque masivo, combate a la vez contra las milicias del Eje de Resistencia respaldadas por Irán: Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria, Yemen e Irak.
La dura respuesta militar que Israel ha dado a los ataques de Hamás recibidos el 7 de octubre del año pasado, ha generado una crisis humanitaria en localidades como la franja de Gaza, donde se ha afectado severamente su infraestructura y se reportan altos niveles de destrucción con numerosas bajas civiles.
En el sur del Líbano donde se libra la guerra contra Hezbolá, también se respira gran inestabilidad por los daños generados y el número de heridos.
Mas recuerden que así nos dice el Señor: “Ustedes van a oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No se alarmen, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin.” Mateo 24:6
Por eso podemos decir al igual que el profeta Isaías: “Dios es mi salvación, confiaré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es el Señor Dios, Él ha sido mi salvación” (Isaías 12:2)
En otras noticias traemos “Ni haya frutos en las vides…”
España ha sido gravemente afectada tras el paso de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Calificada como el peor desastre del siglo en el país, las intensas lluvias, acompañadas de granizo y vientos, afectaron no solo las zonas urbanas, sino también al campo. Hasta el momento, se cuentan más de cien fallecidos y cientos de kilómetros de terreno arrasados, dando un golpe devastador en la agricultura y la ganadería.
En Valencia, miles de hectáreas de campos de viñedo y almendros quedaron sumergidas, cultivos de caqui y mandarina se encuentran totalmente destruidos.
Este es un gran momento para decir como David en el salmo 34: “Bendeciré al Señor en todo tiempo; continuamente estará Su alabanza en mi boca. En el Señor se gloriará mi alma; lo oirán los humildes y se regocijarán. Engrandezcan al Señor conmigo, y exaltemos a una Su nombre. Busqué al Señor, y Él me respondió y ¡me libró de todos mis temores!”
¡Aleluya! Nos gozamos en nuestro Dios cuyo perfecto amor echa fuera nuestros temores (1Juan 4:18)
… vamos a una pequeña pausa para meditar en la grandeza de nuestro Dios y regresaremos con más titulares
… cortina musical
Nos llegan más noticias de: “Aunque falle la cosecha del olivo…”
Desde Málaga, Andalucía, nos informan que unas 3.500 hectáreas de olivares, cítricos y viñedos fueron gravemente afectadas también por la DANA, mientras que, en Castilla-La Mancha,cerca de 4.000 hectáreas de olivos, almendros y viñedos también han sufrido daños. Las granizadas, con piedras del tamaño de pelotas de ping-pong, han arrasado con cultivos enteros, donde la destrucción en el sector del olivo ha sido total en algunas áreas.
Sin embargo, aunque escasee la producción de aceite de oliva en los campos, no escasea la provisión de nuestro Señor. Este es un gran momento para alegrarnos y recordar que es Dios quien “unge nuestra cabeza con aceite y hace rebosar nuestra copa” (Salmo 23:5b) Es en Su presencia que encontramos gozo.
También nos informan desde “Y los campos no produzcan alimentos…”
Que el mal tiempo ha impactado las cosechas de trigo, cebada y maíz en varias regiones productoras del mundo. En Europa, las fuertes lluvias de otoño retrasaron la siembra de trigo y cebada, lo que podría reducir los rendimientos de estos cultivos en la región. En Estados Unidos, una sequía persistente afectó áreas clave de cultivo de maíz, reduciendo la calidad y el volumen de la cosecha. Los expertos prevén un impacto en los precios y la disponibilidad de estos cultivos para el próximo año.
Además, no podemos olvidar que la invasión rusa a Ucrania provocó una onda expansiva en las cadenas mundiales de suministro de alimentos, disparó la inflación alimentaria y generó nuevos temores sobre la fragilidad de la cadena de suministro y la creciente inseguridad alimentaria en el mundo.
Como siempre, encontramos refugio en nuestro Señor quien nos advirtió: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es solo el comienzo de dolores.”
Nuestro Señor está en control y nada de esto lo toma por sorpresa. Por eso, este es un gran momento para levantar tu voz y decir como el salmista: “Bendice alma mía al Señor, y bendiga todo mi ser Su Santo nombre” (Salmo 103:1-2)
Cuánto nos gozamos de haber venido a refugiarnos a las alas de un Dios todopoderoso que nos ha advertido de estos tiempos difíciles y por quien podemos “estar siempre gozosas, orar sin cesar y dar gracias EN todo” (1ª. Tesalonicenses 5:16-18)
Antes de cerrar nuestra emisión traemos la actualización de “aunque en el redil no haya ovejas, ni vaca alguna en los establos…”
El sector ganadero mundial se ha visto afectado significativamente por el cambio climático en los últimos años. Los fenómenos meteorológicos extremos, como las sequías y las olas de calor, están estresando al ganado y reduciendo la disponibilidad de alimento. El aumento de las temperaturas afecta directamente a la salud, la fertilidad y la producción de leche de los animales, lo que lleva a una menor producción de productos lácteos y de carne de vacuno, especialmente en zonas que experimentan calor prolongado. Incluso con la reciente variabilidad de lluvias, los desafíos para los productores ganaderos continúan vigentes. Aunque las precipitaciones pueden mejorar la disponibilidad de pasto y agua, las lluvias intensas también conllevan riesgos para el ganado, como inundaciones y enfermedades relacionadas con la humedad, que pueden afectar la salud y productividad de los animales.
Nos llenamos de gozo al recordar las palabras de Jesús que son Verdad y son Vida y que nos fueron dadas para todo momento y ocasión pero que cobran un significado muy profundo ante estas noticias:
“Por eso les digo, no se preocupen por su vida, qué comerán o qué beberán; ni por su cuerpo, qué vestirán. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros y, sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No son ustedes de mucho más valor que ellas? ¿Quién de ustedes, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? Y por la ropa, ¿por qué se preocupan? Observen cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan. Pero les digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si Dios así viste la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará Él mucho más por ustedes, hombres de poca fe? Por tanto, no se preocupen, diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿qué beberemos?” o “¿con qué nos vestiremos?”. Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que el Padre celestial sabe que ustedes necesitan. Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.” Mateo 6:25-33
No olvides alegrarte porque, como dice Pablo en la carta a los Efesios capítulo dos: Él nos ha dado vida cuando estábamos muertas en nuestros delitos y pecados; por Su gran amor y misericordia nos alcanzó y nos resucitó con Cristo, haciéndonos sentar con Él en lugares celestiales. Y también exclama: “Las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera” (Romanos 8:18) Cerramos nuestra emisión levantando nuestras voces como Habacuc y clamando con alegría “aun así, yo me regocijaré en el Señor. ¡Me alegraré en el Dios de mi salvación! El Señor y Dios es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas.” (Habacuc 3:18-19).
Apasionada por compartir a Cristo.