No es solamente un sentimiento, es más que sólo una emoción, trasciende los conceptos y está relacionado con la decisión.
Es un viejo conocido, un indescifrable compañero y muchas veces un esquivo camarada; ni el mejor de los poetas ha logrado definirlo.
En su honor se han compuesto miles de canciones y poemas, y sigue siendo el protagonista preferido de incontables novelas, películas y las tan aclamadas series de este tiempo. Parece un acertijo, pero es apenas un intento de describir al personaje de este artículo y corro el riesgo de decir lo dicho y llover sobre mojado al hablar de… EL AMOR.
¿Qué es el amor? Desde que estábamos pequeñas escuchamos frases sobre el mismo, muchas de ellas se quedaron pegadas como chicles en nuestra mente. Tal vez recuerdes trozos de canciones como:
- El amor es una gota de agua en un cristal
- Es una fruta para dos
- El amor es parar el tiempo en un reloj
- Es crear un mundo entre los dos
Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha tratado de definir a este misterioso e intangible “personaje” y en fechas comerciales como San Valentín, escucharás decenas de mensajes que bombardearán tu teléfono y tu cerebro tratando de regalarte una frase para adoptar o una slogan para atesorar.
Yo intento compartirte más que la mejor definición, quiero invitarte a que repasemos la mejor descripción que realmente nos acerca a la verdad de este amor que nos convoca, nos conmueve y nos trasnocha,
¿A dónde iremos en busca de una descripción real y sublime? No hay otro lugar, no hay otra fuente más confiable que el origen. Vamos al diseñador, al inventor y supremo semillero de amor.
El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.
Esto, lo dijo Dios, esto lo dice la Biblia y esta definición se erige como una columna alta y fuerte para que tú, yo y todos los que hemos decidido vivir bajo las instrucciones divinas, no perdamos el foco ni bajemos el estándar al momento de amar.
Esto lo dijo Dios para que tú y yo no nos perdiéramos en tantas definiciones dulzonas y egoístas que sugieren que el amor es siempre deleitoso, y no lo es. “es sufrido” lo dijo Dios a los cónyuges traicionados, a los padres defraudados y a los hermanos lastimados.
Dios dijo que el amor es paciente y bondadoso, y lo dijo tal vez para ti que has pensado en claudicar.
Dijo que el amor no lleva registro de las ofensas recibidas, quizás para recordarte hoy que el verdadero amor lleva intrínseco el perdón.
Y dijo más, y necesitamos leer y recordar, memorizar y atesorar, porque dura es la batalla emocional, porque escabroso es el camino del que realmente ha decidido amar. Pregúntale a Jesús, que amó sin desmayar, que entregó sin esperar y olvidó para volver a amar.
Muchas cosas nos ha dicho la cultura, pero es necesario escuchar lo que Dios dijo, y sí lo dijo, lo dijo a través de textos de hermosa filigrana literaria como 1 de Corintios 13, entonces nosotras debemos escuchar.
Esa es mi final invitación: baja el volumen a la canción, no mires por un rato la televisión, y deja que Dios te susurre al corazón, la mejor descripción, la verdadera definición de lo que realmente es el amor.
Ibaguereña
Trabajadora Social – profesora de secundaria
Casada desde hace 17 años con Diego Rodríguez, a quien acompaña en el ministerio pastoral en la iglesia La Vid en Ibagué. Tienen dos hijas: Sofía y Gabriela.