“Fue entonces Ananías y entró en la casa y poniendo sobre él sus manos, dijo: hermano Saulo, el señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu”. (Hechos 9:17)
Necesitamos de Ananías que oren por nosotros por la llenura del Espíritu. Estamos en un tiempo de clamor por la llenura del Espíritu para nuestras vidas, nuestra familia y nuestra iglesia. Y en cierto sentido, estamos siendo Ananías para otros y estamos bendiciéndolos con nuestra oración. Pero, también, nosotras necesitamos de Ananías que oren por nosotras por la llenura del Espíritu de Dios.
ORACIÓN
Padre, ayúdanos a ser fieles en bendecir a otros desde nuestra oración, pero provee, en tu dirección y en tu misericordia, otras mujeres que oren por nosotras. Danos el regalo de tener compañeras de oración en este caminar hacia ti. Danos amigas del alma con las que podamos unirnos a clamar para que tu Espíritu se manifieste de una manera poderosa y nos haga más como Jesús.
COMPROMISO
¿Estás siendo Ananías para otra mujer?
¿Quién es tu Ananías?
Ora para que el Señor te regale una Ananías para tu vida, una compañera de oración y así, puedan clamar unidas por la llenura del Espíritu delante del trono de gracia del Señor.