Devocional: El Espíritu Santo y su poder para ser testigos de Jesús

Señor, lléname de tu Espíritu Santo

EL ESPÍRITU SANTO Y SU PODER PARA SER TESTIGOS DE JESÚS

“Pero recibirán poder cuando haya venido sobre ustedes el Espíritu Santo de la promesa y me serán testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1:8

La palabra poder es dínamos en griego y significa un poder transformador, inmenso y potente; y la palabra testigo en el griego es la misma palabra que se utiliza para mártir. Luego, una traducción pudiera ser: “Y recibirán un poder transformador, potente e inmenso para que puedan ser mis testigos y aún, estén dispuestos a ser mártires por mí.” Eso suena, un poco diferente, difícil y muy duro. La primera parte del poder nos puede parecer muy bien, pero la segunda, de llegar a estar dispuestas a ser mártires y sufrir por Jesús, tal vez, no nos guste mucho.

JESÚS FUE UN MÁRTIR POR TÍ Y POR MI. Un mártir que no se quejó y que se entregó a sí mismo de una manera sacrificial, incondicional y completa por nosotras.

Cuando entendamos más su amor, le amaremos profundamente.

Cuando entendamos más su entrega, vamos a querer entregarnos por Él.

Cuando entendamos más el poder de su Espíritu para ayudarnos y hacer posible esa entrega por Él y para Él, no vamos a querer otra cosa, sino depender totalmente de su Espíritu.

No podremos ser mártires-testigos sin el poder del Espíritu Santo. En nuestras fuerzas y poder es completamente imposible. El ser sus testigos es ser sus instrumentos para que otros lo conozcan, lo amen y lo adoren. Nuestra vida será una ofrenda cuando sea Dios mismo, quien, por su Espíritu, nos ayude a ser más como Cristo.

Nunca podremos ser testigos-mártires sin el poder del Espíritu Santo

ORACIÓN:

Padre, hoy necesitamos el poder de tu Espíritu Santo para ser esas mujeres que tú quieres que seamos en cada una de nuestras relaciones (pareja, hijos, padres, hermanos, estudio, trabajo). Necesitamos tu poder para reflejar siempre tu amor, por difícil que sea la relación. Sólo por el poder de tu Espíritu podremos ser tus manos, tus ojos, tus oídos, tu voz, tu corazón. El mundo necesita con urgencia de mujeres que den testimonio con sus vidas y sus palabras de quién es Jesús.

Espíritu Santo, necesitamos de tu poder transformador, inmenso y potente para poder ser testimonios vivos que proclamen en todo lugar y en todo tiempo a Jesús. Sin ti, nunca podremos.

Padre, llénanos con tu Espíritu. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

Llamado:

Pidamos al Padre el poder de su Espíritu para que podamos, intencionalmente, testificar de Jesús a quien el Espíritu mismo nos dirija.

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